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—Solo tu padre sabe todo esto.
La Sra. Lin, que pertenecía a una línea de estudiosos, la miró gentilmente, mientras su rostro permanecía tranquilo ante la adversidad.
—Yazhi, no te estreses por esto, tu papá volverá algún día, no importa si tenemos que esperarlo unos cuantos años.
—Pero... puede que sea mi culpa...
Ella miró hacia otro lado y no entendió ya nada más. Si fue obra de Xiang Jinxi, cuál era su objetivo, y por qué apuntó a los Lin.
En ese momento, Lin Jingzhi llegó a casa y ella lo miró mientras sacudía la cabeza.
Era realmente un caso de personas que abandonaban a alguien cuando éstos se quedaban sin poder. Cuando su padre era alcalde, todos intentaban ponerse de su lado y ahora que había caído en desgracia, todos lo evitaban como si fuera la peste.
—Hermano, todavía no he encontrado un abogado adecuado.
