Lu Zhaoyang le entregó los documentos al personal relevante y se dirigió directamente a la sala de seguridad.
Huo Yunting se lo había prohibido, pero ella no era tan indulgente.
La espaciosa sala se seguridad tenía más de cien monitores, cada uno mostrando videos de vigilancia de distintas cámaras. El oficial a cargo notó su ingreso y rápidamente se levantó de su silla para recibirla.
—El presidente me pidió que revise los videos de seguridad de antes de ayer, del departamento de secretaría —dijo Lu.
El nombre de Huo Yunting le prestaba credibilidad. Además, ahora todos sabían quién era ella.
Debería haber más de una cámara en el departamento de secretaría. Ella debía revisarlas a todas personalmente.
—Haré que alguien se las envíe —el oficial a cargo habló rápidamente con sus subordinados.
Los otros empleados de la sala de seguridad continuaron mirando sus monitores, pero ella los podía escuchar discutiendo en voz baja sobre la relación de hermanos que tenía con Huo Yunting.
El día del incidente, ella había regresado a su hogar a descansar luego de haber preparado los documentos. Yu Man'er fue la primera persona en entrar al departamento de secretaría después de que ella se fuera. La mujer analizó nerviosamente sus alrededores, y se sentó en la computadora de Lu para modificar los números.
Yu Man'er no podía evitar mirar al escritorio de Lu incluso después de haber regresado a su propio asiento. Su expresión traicionó al entusiasmo y al miedo que tenía por dentro.
—Gracias —Lu Zhaoyang había visto suficiente. Le asintió cortésmente a la persona a cargo y se marchó.
El video había mostrado suficiente. Incluso si Yu Man'er estuviese trabajando con Mo Shan, no habría evidencias de ello en las cintas del departamento de secretaría.
Lu terminó su almuerzo y regresó a la oficina. Solo había unas pocas personas en la gran sala. Allí, descansó sus ojos en su escritorio.
Casi ni había dormido la noche anterior, y Huo Yunting le dio incluso más problemas. Ella estaba muy cansada y pronto se quedó dormida.
Más tarde se despertó al oír susurros de algunos colegas.
Algunas secretarias estaban hablando bajito un poco alejadas, pensando que Lu Zhaoyang seguía dormida.
Xiao Lian miró al rodete de Lu Zhaoyang y sacudió su cabeza decepcionada y dijo: —¡Estos hermanos, la secretaria Lu y el presidente, tienen gustos muy diferentes!
Yu Man'er agregó: —No son hermanos de verdad, así que, ¿cómo podrían ser iguales?
Eso tenía sentido. Si no eran hermanos entonces una relación entre ellos no era completamente imposible.
Zhang Yang lentamente se fue a su asiento y admiró la manicura que se había hecho recientemente. Ella dijo: —La secretaria Lu no necesita trepar la escalera corporativa utilizando su aspecto, sino con relaciones. Incluso si perdiera su trabajo, tiene al apuesto presidente y a un padrastro millonario como respaldo. ¿Cómo podríamos compararnos?
Xiao Lian chasqueó su lengua con desaprobación. —¡Si tan solo mi mama hubiese robado el corazón del padre del presidente!
—¡Eres inútil! —dijo Yu Man'er y le lanzó una larga y profunda mirada a Lu Zhaoyang. Ella era la que tenía las verdaderas habilidades.
De repente sonó el teléfono de Lu Zhaoyang. Ella se estiró para tomar la llamada, cosa que sorprendió a sus colegas. Se miraron consternadas, no estaban seguras de cuanto había oído Lu.
—¿Sí, presidente? —Lu Zhaoyang habló con una voz clara, como si hubiera estado despierta todo este tiempo.
Huo Yunting solo dijo dos palabras: —Mi oficina.
—De acuerdo —colgó la llamada y tomó una toalla húmeda mientras se dirigía hacia la puerta.
Se detuvo cuando llegó al lado de Xiao Lian y la miró. —¿Alguna vez has visto hermanastros que se parezcan entre sí? Yo sé que no lo he hecho.
Ella salió de la oficina con confianza. Xiao Lian se sentó en su escritorio, muy asustada de lo que podría hacerle Lu Zhaoyang más tarde para estar a mano.