Estos últimos años, había pensado que lo tenía todo bajo control. Además, con los resultados de ADN respaldándola como "evidencia", no había nada que pudiera causar sospechas sobre su identidad.
Mu Wanrou rápidamente se deshizo de sus dudas, a pesar de ello, el peso que sentía sobre sus hombros no pudo quitárselo.
¿Podría ser debido a ese niño? Tal vez, Mu Yazhe siempre había sabido que el niño estaba vivo y que esa mujer lo había escondido, por lo que hizo que alguien investigara su identidad, ya que sospechó que albergaba malas intenciones hacia la familia Mu.
¡Seguramente era eso!
Mu Wanrou repentinamente levantó la cabeza y miró a Aaron mientras fingía estar en total calma, y fríamente le ordenó: ―No le digas a nadie que vi estos documentos, ¿entiendes? ¡Solo haz de cuenta que no viste nada!
Aaron se puso un poco rígido. Obviamente, no sabía la razón de esa advertencia. Solo sabía que ella había tomado de la pila de documentos la información relacionada a la vida de Yun Shishi en el centro de acogida de hace diez años atrás y sobre Yun Tianyou. Sin siquiera levantar la cabeza, dijo en voz neutra: ―¡No menciones nada sobre este niño, ni el pasado de esta mujer al CEO! Además, no menciones la vida de esta mujer en el centro de acogida. ¿Entendido?
Él levantó una ceja.
Cuando no le dio una respuesta, la voz de Mu Wanrou se volvió aún más fría: ―¡¿Has oído lo que acabo de decir?!
Aaron bajó la cabeza y se quedó callado. Su superior seguía siendo Mu Yazhe. Aunque era cierto que Mu Wanrou era la futura esposa del CEO del Grupo Mu, no era más que la jefa del Departamento de Recursos Humanos. No tenía que escuchar sus órdenes. Las cosas que el CEO le había ordenado investigar, naturalmente tenía la responsabilidad de entregársela completa.
Pero Mu Wanrou pareció haber leído sus pensamientos, y dejando escapar una risa alegre, le preguntó fríamente: ―¿Qué? ¿Piensas que debido a que eres el subordinado directo del CEO, no necesitas escucharme? ¿Crees que, porque solo soy la jefa del Departamento de Recursos Humanos, no puedo supervisarte?
Hizo una mueca de desprecio y se puso de pie. Entonces se acercó al hombre y lo miró de arriba hacia abajo. Ante su escrutinio, eran como pinchazos de aguja. Aaron bajó la cabeza para pensar mientras la escuchaba hablar: ―A pesar de que no tengo mucho poder en el Grupo Mu, creo que aún soy capaz de arrinconarte.
Sorprendido, levantó la cabeza para mirarla.
―Mantén los labios bien cerrados sobre este asunto, ¿entendido? ―le ordenó una vez más.
Permaneció en silencio durante un buen rato. Finalmente, aspiró una bocanada de aire frío y asintió con dificultad.
―Entiendo.
***
Para cuando Mu Yazhe regresó, Mu Wanrou ya se había ido.
Ella debía hacer todo lo posible por evitar que cualquier información de esa mujer llegase a Mu Yazhe, ¡para que no descubriese la verdad!
Mu Yazhe era su hombre. ¡Ella no se lo daría a ninguna otra mujer!
Aaron podría ser el leal subordinado de Mu Yazhe, pero conocía la posición que ostentaba Mu Wanrou dentro de la familia Mu. Con el apoyo del abuelo Mu, no se atrevía a ofenderla en lo más mínimo.
Así que cuando Mu Yazhe regresó a su oficina y vio sólo unos cuantos documentos sobre la mesa, miró con cierta reticencia a Aaron.
Bajo su mirada penetrante, Aaron dijo tranquilamente: ―Señor, Yun Shishi es en verdad la madre sustituta de hace seis años atrás.
―¿Hmm?
Sus ojos brillaron con frialdad. De repente, le preguntó: ―¿Encontraste algo sospechoso de ella?
―Señor, mi respuesta es, ninguna.
Recordando la advertencia que le hizo Mu Wanrou, bajó la cabeza y se mantuvo con una expresión indiferente.
―Puedes irte.
Mu Yazhe no siguió investigando. Se le presentó algo más importante, por lo que temporalmente dejó de lado ese asunto.