Para Yun Shishi, el haber perdido su carnet de identidad fue simplemente echar más leña al fuego; ya de por sí se enfrentaba a una serie de dificultades y ahora buscaba desesperadamente un trabajo.
Al día siguiente de perder su carnet de identidad, fue a solicitar uno nuevo, pero la policía local era muy holgazana. La mandaban de un lado para otro y seguían retrasándola, como si no la tomaran en serio, dándole todo tipo de excusas banales.
Ya habían pasado dos semanas, y todavía no se había expedido un documento de identidad temporal. Casi estalla de furia en la comisaría.
Fue a varias entrevistas de trabajo, pero todas las empresas la rechazaban por no contar con algún tipo de documento de identidad.
No le contó a Yun Yecheng que la habían despedido de su trabajo, pero de alguna manera, él se enteró de ello y, a pesar de que no sabía la razón, le dio dinero para sus gastos.
Cuando su amiga, Xiao Xue, que acaba de regresar del extranjero, también supo de su situación, generosamente le prestó una gran cantidad de dinero para ayudarla hasta que encontrara un nuevo trabajo.
Xiao Xue era su mejor amiga y confidente; la conoció en la secundaria. Eran muy unidas, casi como hermanas de verdad.
En aquel entonces, cuando los rumores sobre el embarazo de Yun Shishi se extendieron por todo el campus, la asociaban con el dueño de la universidad. Solo Xiao Xue la respaldó sin pensarlo dos veces.
Originalmente, prometieron estudiar juntas en el extranjero, pero Yun Shishi terminó por no ir, debido a problemas de su familia adoptiva. Xiao Xue la llegó a odiar por romper su promesa e incluso la llegó a ignorar por un tiempo.
Eventualmente, sus malentendidos fueron resueltos.
Ahora que Xiao Xue había vuelto al país, Yun Shishi llevó a Youyou para darle la bienvenida.
En el momento en que se vieron, Xiao Xue, con los ojos brillantes, al instante sostuvo con fuerza a Yun Shishi en sus brazos.
El anhelo y el afecto de haber estado tres años separadas se evidenció. Incontrolables lágrimas brotaron de los ojos de Yun Shishi, mientras todo tipo de abrumadoras emociones surgían dentro de ella.
Xiao Xue estuvo a punto de quejarse de que no hubiese cumplido con su promesa cuando, por su vista periférica, vio a Youyou de pie a su lado.
En una fracción de segundo, los ojos de Xiao Xue se abrieron de par en par, como campanas de bronce. Miró sin pestañar por un largo tiempo al guapo chico.
A pesar de que había visto mucho del mundo, aún así, ¡se sintió instantáneamente atraída por los hermosos y juveniles rasgos de Youyou!
Así fue especialmente cuando sus radiantes ojos, que eran tan claros como el agua, la miraron fijamente mientras él le daba una gentil sonrisa, ¡su mirada era realmente suficiente como para derretir su corazón!
―¡Ahhhh! ¡Oh, Dios mío! Este pequeñín es demasiado guapo.
Xiao Xue se inclinó a mitad de camino y ahuecó entre sus manos el rostro limpio y claro de Youyou. Se moría por estrecharlo entre sus brazos y darle besos.
Ella le preguntó: ―¿Hmm? ¿Shishi? ¿Es tu hermano menor?
Yun Shishi sonrió y luego le explicó: ―No, déjame que te lo presente. Este es mi hijo, Yun Tianyou. ―Se detuvo un momento y le dijo a su hijo―: Youyou, esta es la tía Xiao Xue, de la que te habló antes mamá.
Estupefacta, la expresión de Xiao Xue se congeló.
―¡¿Qué?! ¡¿Qué acabas de decir?!
Con una sonrisa elegante y gentil, Youyou respondió en vez de Yun Shinshi: ―Tía Xiao, ¡hola! Ella es mi mami. Soy Yun Tainyou. Tía, puedes llamarme Youyou.
"¿Hijo? ¿Mami? ¿Qué diablos está pasando aquí?"
Xiao Xue se quedó momentáneamente estupefacta. Los examinó de un lado a otro; los labios suaves y rosados de este pequeño y sus tenues hoyuelos eran exactamente iguales a los de Yun Shishi.
Pensó que el que Yun Shishi quedara embarazada había sido solo un rumor. Nunca pensó que fuera verdad. De repente, ¡se sintió abrumada por toda esta información sobre su mejor amiga!
¿Eh? ¡Eso no era correcto! No importa por dónde se mire, este niño ya tenía seis o siete años de edad. Calculando el tiempo en que él nació, ¡fue probablemente un año antes de que ella se fuera a estudiar al extranjero!
Yun Shishi no pudo evitar reírse.
―Es una larga historia. Comamos primero.