Gu Jingze dijo:
ꟷSí... es milagroso.
Lin Che apoyó su barbilla en su mano y suspiró.
ꟷPero definitivamente no puede ser mi madre.
ꟷ¿Por qué?
ꟷPorque mi madre ha estado muerta durante muchos años. ꟷLa idea de ello hizo que Lin Che suspirara de nuevo.
ꟷOye, ¿crees que mi madre tendría una hermana perdida hace mucho tiempo?
ꟷEstá bien, no pienses tanto. Deberías descansar. Podemos pensarlo de nuevo mañana.
Lin Che asintió con la cabeza y se apoyó en el hombro de Gu Jingze.
ꟷHoy estoy muy cansada. Me trajiste aquí para demostrar deliberadamente tu fuerza como una advertencia. Ven y sírveme. Necesitas relajar mis músculos adoloridos.
Mientras decía eso, enganchó sus brazos alrededor de su cuello y señaló a sus pantorrillas.
ꟷ¿Cómo quieres que te sirva? ꟷGu Jingze dijo mientras se inclinaba hacia adelante. La sonrisa diabólica en su rostro albergaba un significado diferente.
Lin Che lo empujó.