Corrieron ansiosos, pero cuando los alcanzaron, los tres tipos ya habían abordado la nave. Justo cuando Yao Si estaba pensando qué hacer ahora, BaiYi abrió una pequeña abertura y le indicó que se acercara.
—¡Aquí, ven!
Yao Si lo siguió atrás al instante. La abertura era pequeña y solo cabía una persona a la vez; lo más probable es que fuese un ducto de ventilación. Se metieron en la nave y se movieron a través de ella hasta que llegaron a una habitación parecida a una tienda. BaiYi parecía familiarizado con la estructura de la nave, ya que apretó un botón en la pared y cerró el ducto. En el momento en que se pusieron más cómodos, la nave tembló, probablemente despegando a un destino desconocido.
—No te preocupes —BaiYi parecía haber sentido su preocupación—. Aprendí sobre la estructura de pequeñas naves como esta hace tres años. No son adecuadas para viajes largos y no pueden entrar en portales espaciales. Estoy seguro de que nuestro destino no está lejos.