Incluso después de múltiples intentos fallidos de secuestro, Lian Yu no se rindió y se volvió aún más agresiva, usando todo tipo de métodos para entrar en la habitación de Yao Si. Algunos de ellos incluían la mesa de comedor, la red galáctica, el baño...
Siempre pillaba a Yao Si desprevenida. Con una acosadora tan persistente, tanto ella como Mu Xuan estaban empezando a sentirse mentalmente letárgicos. Sin embargo, el peor golpe sería el de Lin Long. Él no expresó ninguna objeción, sino que apoyó a Lian Yu en todo momento. Incluso si Mu Xuan lo golpeaba cada vez, se mantenía diligente y sin quejas.
Yao Si solo había oído hablar de personas a las que les ponían los cuernos, no de personas que se ponían los cuernos a sí mismas.
¡¿Era tonto?!
Sin embargo, Lin Long tuvo una respuesta lógica.