Yao Si se apresuró a abrir su computadora óptica para ponerse en contacto con Mu Xuan, pero no había recepción. La niebla comenzó a espesarse.
"¿Qué pasa con el clima?".
Yao Si comenzó a vagar sin rumbo, con la esperanza de salir o encontrar a alguien con recepción. Sin embargo, la niebla era demasiado espesa, manteniéndola atrapada incluso después de caminar durante treinta minutos.
De repente, dos columnas de luces naranjas parpadeaban. ¿Eran farolas? Yao Si se dirigió hacia ellas. Como un milagro, la niebla comenzó a disiparse, adelgazando poco a poco.
Después de unos diez minutos, la niebla desapareció por completo y apareció una casa de aspecto antiguo. En la parte delantera había dos palabras doradas exageradas: ¡estanque arco iris!
—…
Los labios de Yao Si temblaron.
"¡¿Estaban trayendo clientes aquí a la fuerza?! Primero fueron los extraños sorteos; luego las luces de la calle. ¿No podían aceptar que ella no quería bañarse?".
