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El universo sin duda tenía que ser respetado temerosamente porque era fuerte y misterioso, y tenía una extensión ilimitada. Sin embargo, los humanos tenían la inteligencia que ningún otro ser vivo tenía.
Retroceder o avanzar. Mientras que retirarse era más seguro y avanzar era peligroso, los humanos tendían a elegir lo último. Mientras que otros seres vivos se retiran debido al peligro, los humanos elegirían avanzar. Uno podía superar el miedo.
Si el poder de los majestuosos cielos y la tierra se reuniera en Wang Zheng, eliminarían al instante a Wang Zheng por completo. Sin embargo, el poder de los cielos y la tierra sólo seguía una regla, una ley. Su aparición no era para destruir nada, ni para apuntar a nada. Wang Zheng podía ser un peón en un juego de ajedrez o salir del juego de ajedrez para ser un jugador de ajedrez.
Eligió lo último.
