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Era una lástima que ese fuera un juego que nunca podría terminar. Cielo tenía que reconsiderar sus opciones una vez más. Por la noche, era aún más difícil trazar la línea entre una presa y un depredador. Y Wang Zheng sabía que era el momento de contraatacar.
De día, era demasiado difícil para él hacerlo ya que caería en la trampa de Cielo por accidente, Después de todo, ese era el estándar del Grado Terrestre y era incuestionable. Pero cuando cayó la noche, todo cambió. Creía que tenía una ventaja definitiva sobre Cielo en cuanto a su campo de visión.
Adaptarse a la oscuridad, era una de las clases obligatorias que Wang Zheng había tomado durante su entrenamiento en el cubo. La mayoría de la gente podía acostumbrarse a la oscuridad, pero había un límite, sobre todo cuando la velocidad y la frecuencia de los movimientos se habían elevado a un cierto nivel.
