Sin embargo, esa demora les dio una oportunidad a los Segadores de Encantos de Sombras. Las hoces segadoras estaban barriendo hacia el Dios del Viento con toda su fuerza. Ahora el Dios del Viento definitivamente debía retirarse; de lo contrario, incluso si no era cortado hasta la muerte, quedaría atrapado en un enredo. La gente del Imperio de la Oscuridad también estaba loca. Incluso si tuvieran que aferrarse al Dios del Viento y perecer juntos, tampoco se retirarían.
El Dios del Viento tampoco se retiró. Generó poder con una maniobra contundente, y el suelo debajo se abrió, la máquina se lanzó hacia adelante como un cañón disparándolo.
¡Deslizamiento inclinado de tierra!
*¡Bzzz!*
El escudo de energía vibró violentamente, pero no se rompió. Sin embargo, el piloto adentro ya estaba sangrando en sus siete aberturas y ya había sido noqueado. La máquina también se tambaleó y cayó al suelo.
El sexto.
