—Estoy más preocupado por la cantidad de verdadera fuerza que Lear utilizó —dijo Milo. La multitud de la Luna no estaba acostumbrada a ser relegada a los espectadores.
—Escuché que Wang Zheng no tiene Habilidad X. No importa cuán impecables sean sus bases, sigue siendo un excelente soldado gruñón, inútil. Sin embargo, Lear parece indomable.
Aquiles lo rechazó.
—Olvida toda esa charla inútil. Concéntrate en nosotros mismos. Desde que Lear comenzó a ponerse serio, entonces es hora de que nosotros también lo hagamos.
No importa qué tan recogido pareciera Aquiles, un hilo de ira ardía dentro de él también ante la situación actual. Hasta qué punto se manifestaría quedaba por verse.
Taros entrecerró los ojos. Todavía tenía que conocer a alguien más peligroso que Lear. Su pensamiento fue un salto completo por delante de la persona promedio, en capas de complejidades.