Al terminar de comer iniciaron el trayecto. Cuando llegaron al punto de encuentro, ya había bastantes personas con sus equipos, todos en guardia. Aunque planeaban atacar el nido de la Reina juntos, eran rivales, así que era imposible descuidarse. Después de todo, muchos fueron eliminados por conflictos internos.
Las Ocho Estrellas observaban en silencio. Habían predicho la situación y no les importaba demasiado mientras que alcanzaran su meta. Entre los presentes, las Ocho Estrellas no tenían un oponente real. Sólo los extrañamente unidos marcianos tenían una o dos ventajas, pero como marcianos, solían actuar de forma apresurada, y ese defecto era fácil de atacar.
El Gordito LuoFei salió de la nada y apareció junto a Wang Zheng, exclamando: —¡Estudiante Wang, nos encontramos de nuevo! ¡Esta vez definitivamente me quedaré con ustedes! Estos han sido días muy difíciles. Mírame. ¿No crees que he perdido peso?