La visita no anunciada de su hermano y sus primos calmó un poco a Shen Lingqing. Con su presencia, pudo disfrutar de una comida con alguien cercano a ella. Los platos servidos hoy fueron asignados específicamente a los tres chefs, por lo que no necesitaba adivinar quién preparó la comida que iban a almorzar.
Los platos llegaron cuando el personal trató a los invitados como clientes habituales. Solo necesitaban ser más conscientes de lo que estaban haciendo, asegurándose de verificar dos veces, tres veces, todo antes de sacar los platos de la cocina.
Qiao Lian permaneció de pie junto a su jefe y observó todo. Se alegró de haber podido aliviar las preocupaciones de Shen Lingqing al invitar a su joven maestro aquí.
Mientras tanto, aunque era obvio que todos estaban nerviosos, estaban haciendo un buen trabajo al realizar las tareas asignadas. No hubo problemas en el camino, ya que sirvieron los platos que los tres chefs prepararon en la cocina.
