Sun Qiyan estaba de pie con su amiga, Chu Ting, mirando como la pareja se marchaba. Vieron cómo el presidente Shen tomó la mano de Lu Xinyi, los dos charlando animadamente; y la envidia pasó por los ojos de Chu Ting.
—Realmente no puedo entender lo que el presidente Shen vio en una mujerzuela como Lu Xinyi —murmuró Chu Ting con enojo. Se había enamorado a primera vista de Shen Yi y había intentado por todos los medios llamar su atención.
Habían pasado años desde que rompió con Li Qiao, y Chu Ting pensó que una vez que Li Qiao estuviera fuera de la escena, Shen Yi finalmente se fijaría en ella. Sin embargo, eso no ocurrió. Ella había logrado convencer a su padre para que le arreglara una cita a ciegas con Shen Yi, pero el hombre la dejó plantada.