Lu Xinyi había esperado que los jueces pidieran postres difíciles, pero no algo tan difícil como esto. Ya tenía una idea de qué hacer usando las mandarinas, pero, maldita sea, el croquembouche y el baked Alaska consumían mucho tiempo y eran difíciles de preparar. Se debía tener habilidades avanzadas en pastelería y repostería para poder producir tales postres.
Sin embargo, ¿aceptaría la derrota tan fácilmente? ¡De ninguna manera!
Comenzando a moverse en sus mesadas, arrojó sus mandarinas al agua y las dejó reposar durante una hora. También sacó varios helado de sabores del congelador y los dejó a un lado para que se ablandaran un poco. Luego tomó un cuenco mediano que era casi del tamaño del bizcocho que haría más tarde.
Roció ligeramente el interior del cuenco con aceite vegetal, lo cubrió con una envoltura de plástico y se aseguró de que sobresaliera antes de dejarlo a un lado para usarlo después.
