Lu Xinyi miró a Sun Feiyan de manera incrédula. Nunca pensó que Sun Feiyan todavía seguiría insistiendo con ese razonamiento que intentaba decirle desde que eran chicas. La risa de ella, hizo la prima que no quería entrecerrara los ojos.
—Todavía, no cambiaste Feiyan —le contestó, con una sonrisa con los labios juntos.
—Como tú, cariño, todavía eres temeraria y distraída como siempre —le contestó Sun Feiyan, luego miró hacia los amigos de Lu Xinyi y luego de nuevo a la prima— Xinxin, quiero hablar contigo. En privado, por favor.
La sonrisa de Lu Xinyi se puso rígida para intentar que las palabras de Sun Feiyan no la irritaran más.
—Voy a estar bien. Pueden ir sin mí, pero, ¿pueden dejar a Xiao Lan en la casa? No quiero que el esposo se preocupe—le dijo a Yuan Jin. Este entendió a lo que se refería y estuvo de acuerdo sin hacer preguntas, pero Lu Xiulan dudo sobre si dejar sola a Lu Xinyi.