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Chapter 40 - Capítulo 40 — Con el corazón roto por haber perdido a mi mejor amiga

Luego de discutir sobre quién iba a dormir en la cama, Lu Xinyi se rindió y dejó que su esposo compartiera la cama con ella. Se sintió un poco culpable de haber considerado echarlo de la cama, cuando él era el hombre de la casa. Decidieron poner algunas almohadas en el medio y debería estar bien.

Ella durmió una siesta rápida después del almuerzo y se despertó por la tarde, con Shen Yi acostado a su lado, perdido en sus pensamientos. Estaba con los dedos jugando con un mechón del largo pelo de ella. Sus ojos parecían fríos y distantes, pero ella sabía que él siempre estaba así, cuando estaba pensado o preocupado.

Incluso, después de las vacaciones en el crucero, Lu Xinyi aprendió que él siempre vuelve a su fachada imperturbable e indiferente que todos reconocían. Ella aceptó que quizá esa era una de sus defensas aparte del autocontrol.

—¿Qué pasa? —le preguntó ella—¿Pasa algo?

—Revisé tu solicitud para la Silver Leaf —le respondióél, sin siquiera molestarse en mirarla, mientras que continuaba tocándole el pelo—. No pudieron encontrarla en sus registros.

—¡¿Qué?! —Lu Xinyi se sentó frente a él para mirarlo. Shen Yi seguía con vista en su pelo, pero se acomodó en la cama—. Pero eso es imposible. La envíe junto con la solicitud de Meng Jiao. 

—¿Estás segura? —Por fin, él la miró a ella—. Porque la única que tenían en los registros era la de ella. No hay registro de la solicitud de Lu Xinyi.

—Yo…—Se quedó sin palabras ¿Qué más podía decir? Shen Yi no iba a mentir sobre algo así.

Podía recordar claramente lo emocionada que estaba de llenar el formulario de solicitud y que se lo había dado a Meng Jiao para que lo enviara porque ella no podía hacerlo.

¿Su ex mejor amiga la había traicionado por segunda vez?

Eso no sería sorprendente ya que había seducido a Gong Yijun y se las había arreglado para terminar su relación.

—¿Por qué lloras? —La voz de Shen Yi la distrajo de sus pensamientos. Fue ahí cuando se dio cuenta de que, en efecto, estaba llorando.

Demonios, ¿quién dijo que uno no podía tener el corazón roto por haber perdido a una mejor amiga? Pero, luego, Lu Xinyi sabía que era unilateral de su parte. El haber pedido a una amiga, la hizo cuestionarse la esencia de su ser.

¿Qué decía eso acerca de su persona?

¿Por qué Meng Jiao desechó su amistad por un hombre?

Se habían conocido en el colegio y habían sido amigas por quince años. Meng Jiao fue la primera amiga que tuvo después de que sus padres murieron. La había ayudado durante un mal momento en la vida y sintió que eran cercanas.

Estaba bastante claro que habían empezado a alejarse cuando Gong Yijun apareció en la vida de Lu Xinyi.

Lu Xinyi se secó las lágrimas.

—Estoy bien. Solo un poco molesta porque me hizo esto.

—Olvídate de ella. Eligió su propio camino, tú solo deberías concentrarte en lo que te espera en el futuro —dijo el— por cierto, ¿puedes ser mi asistente temporal por un tiempo? Solo tienes que asegurarte de que mi agenda está a tiempo para que yo no llegue tarde.

—Sí, no hay problema, pero no creo haber empacado suficiente ropa casual de trabajo para este viaje.

Shen Yi frunció el ceño mientras la observaba.

—¿La tarjeta que te di no funciona?

Ah, ¿esa tarjeta negra que él le había dado el día después de la boda?

—Sí que funciona. Pedí dos cajas de pizza y nuggets de pollo cuando Xiulan nos visitó.

—...

—¿Qué?

Shen Yi había esperado que ella fuera de compras tan pronto como él le dio la tarjeta ¿Quién hubiera pensado que lo primero que haría sería comprar algún tipo de comida rápida? Técnicamente, como su esposa, Lu Xinyi debería desperdiciar una cantidad absurda de dinero para imponer su estatus, pero no lo hizo. 

Lu Xinyi se dejó caer de nuevo en la cama, cerró los ojos y se quedó en silencio. El estómago le rugió, lo que causó que su esposo soltara una risita. Tenía hambre de nuevo.

Luego de un largo silencio...

—Sal conmigo.

Ella abrió los ojos lánguidamente y lo miró.

—¿Salir? ¿Cómo salir contigo a un lugar o tener una cita? —le preguntó ella.

—Lo segundo —le respondió.

Lu Xinyi solo podía mirarlo como si estuviera haciéndole un truco mental a ella.

—¿Es enserio? —No estaba tan segura de sí estaba lista para dar un siguiente paso por él.

—Sí—Se levantó de la cama y miró el reloj que tenía en la muñeca. Era todavía muy temprano para cenar. Quizá podían caminar por un rato.

—De acuerdo. Siempre y cuando me alimentes bien.

—Realmente, no tiene que recordármelo, cariño.

Lu Xinyi soltó un gemido y estiró los brazos, antes de levantarse de la cama para cambiarse de ropa.