Rhode sintió que la fuerza invisible que le agarraba el cuerpo se desvaneció, y saltó hacia atrás para evitar el ataque de Gaya. Este creó un agujero ancho y redondo en la pared y, para su sorpresa, unas ondas emergieron de su centro y se extendieron.
«Esto es...»
Rhode vio que las paredes emanaban un brillo tenue y azul, como si el cuarto estuviera envuelto por una membrana. No solo las paredes, sino que las ventanas también estaban selladas.
En un instante, Rhode se dio cuenta de dónde estaba físicamente.
«Esta es la Dimensión del Orden de Gaya».
Lo había atrapada en ella y no tenía intenciones de matarlo. Si Gaya hubiera pensado hacer esto, Rhode jamás podría escapar. Después de perder su Adorno de Composición, no podía usar Adorno de Composición y juró que el ataque de Gaya no lo golpeara.