—No esperé que esos bastardos me admiraran.—Garcia silbó al ver los fuegos encendidos en la distancia con una sonrisa, agachado junto a la increíblemente tosca pared. El mar de llamas le dio la ilusión de que había un millar de soldados rodeándolos. Aunque parecía haber unos mil soldados en el fuerte de la Cumbre de las Nubes, su personal activo sin contar a los heridos era mucho menos. Según los informes del puesto de avance, había unos 3000 soldados rodeando el fuerte.
Los dolados que estaban detrás de su descuidado comandante no podían admirar esta rara imagen nocturna como él. En el iluminado fuerte había soldados moviendo suministros, poniendo tablas, bloqueando puertas y reparando paredes dañadas para fortalecerlo tanto como fuera posible.
Aunque sabían muy bien que esto podía no ser efectivo, era mejor que no hacer nada.
¿Pero cuánto podrían durar?
Nadie sabía la respuesta.