No era de extrañar que Marlene se sorprendiera; el apellido Alanic no le era ajeno en absoluto. Esa familia tenía una de las fundaciones más importantes del País de la Luz, que era la Fundación Alanic. Su negocio principal eran las armas de fuego. Tenían poder y autoridad en todo el País de la Luz, incluso le proveían armas al Ejército de la Justicia de la Luz y al Ejército de la Espada de la Libertad. No solo eso, sino que también les vendían armas a los países pequeños bajo el País de la Luz. Sin embargo, en el Reino Munn, el nombre de la Fundación Alanic no era bien visto porque había rumores en la nobleza de que la fundación les había enviado armas en secreto a los reformistas. Incluso se decía que ellos planearon los varios disturbios que ocurrieron.