Darian abrió los ojos lentamente.
Un cielo oscuro y una niebla blanca lo rodeaban. El Caballero de la Muerte observó silenciosamente el área mientras acariciaba la melena de su caballo.Su caballo «Pesadilla»lo sintió y le respondió relinchando suavemente.
Se decía que el mundo de un no muerto carecía de color. Cuando decidían abandonar su carnosa cáscara y entraban a la vida eterna, también renunciaban a la habilidad de presenciar el hermoso mundo. Sin importar cuán brillante o extravagante fuera el color, solo era blanco y negro en los ojos de un no muerto. Esta también era la razón por la que los no muertos siempre tenían tanta sed de sangre y eran agresivos. En sus ojos, ya no valía la pena recordar o apreciar nada. Solo la muerte y la destrucción podían darles el sentimiento de superioridad.