La abrumadora confianza y el carisma de Rhode dejó a Shauna sin palabras. Como dice el refrán, «dale la mano y te tomará el codo». Shauna asumió que solo tendrían una relación de cooperación, pero cuando Rhode le decía estas dominantes palabras, ¿no era lo mismo que decirles que fueran sus subordinados?
Pero todos los demás revelaron una reacción distinta a la exclamación de Rhode.
El viejo Walker se puso las manos sobre el pecho, viendo desde un lado la diversión que estaba a punto de desatarse. A lo largo del duro viaje, había presenciado y reconocido personalmente la capacidad de liderazgo que Rhode tenía. Sabía que su conocimiento y resiliencia eran de primera. Era una lástima que su único defecto fuera su aguda boca. Si decía «uno», entonces era uno. Si decía «dos», era dos. No les daba a los demás la oportunidad de que le refutaran. Rhode le dejo claro a Shauna y a su equipo que eran demasiado débiles, y que no creía en ellos. Era mejor dejárselo todo a él.
Aunque no había nada de malo con lo que había dicho, la forma en la que lo hizo era como dar una cachetada.
En comparación con el viejo Walker, que prefería ver desde un lado cómo se desarrollaba la escena, Marlene pensó genuinamente que era natural que Shauna cediera su grupo a Rhode. No entendía cómo funcionaban las cosas entre los mercenarios, pero sabía que con solo cuatro personas, habían logrado llegar a estas profundidades sin problema. No había sido así para Shauna y los demás. Aunque eran más numerosos, habían llegado a un trágico estado. Así que, ¿seguir las órdenes de Rhode no era lo más lógico? Y su ventaja numérica... Eh, los magos nunca veían los números como una ventaja.
Lize, por otro lado, se sentía un poco incómoda. Ella era la única que conocía bien al equipo de Shauna, y ahora, sus amigos de repente se habían vuelto subordinados. Además, la franqueza de Rhode había hecho que quedaran muy mal. Esto confundió a Lize con respecto a su próximo movimiento. Sin embargo, no era estúpida y, en este momento, entendía que era mejor guardar silencio.
Como una líder de grupo mercenario experimentada, Shauna sabía que tenía que responder rápido, y miraba a Rhode. Pero seguía dudando mucho.
La verdad era simple: ¡no quería aceptar su condición! Los dos eran de grupos distintos, y su gente podría ser utilizada como carne de cañón. Pero la actitud determinada de Rhode dejaba claro que no había espacio para llegar a un acuerdo. Si ella no aceptaba aquí y ahora, entonces el próximo tramo podría llevarla a un callejón sin salida.
Mientras Shauna pensaba profundamente, una voz sonó a su lado.
—¡Pfff!, ¿por qué deberíamos seguir tus órdenes? ¡Hermana mayor, no lo escuches! Tenemos más gente que ellos, ¡deberían ser ellos quienes nos pidan ayuda a nosotros!
Un joven mercenario con armadura de cuero y una espada de dos manos saltó de la retaguardia. Luego miró con disgusto a Rhode.
—Barney, no estás en posición de hablar.
Al escuchar el arrebato de este joven mercenario, a Shauna le empezó a doler la cabeza. Agitó la mano, indicándole que parara, pero era obvio que el joven llamado Barney no planeaba quedarse callado.
—Pero, hermana mayor, este tipo es demasiado... ¡Acaba de dejar claro que seríamos carne de cañón y que luego ellos se llevarían la recompensa y ya! Este tipo de persona despreciable, nosotros…
—¿Persona despreciable? —Rhode no estaba molesto, pero Marlene, por otro lado, no pudo aguantar más su enojo y explotó—. ¡Así que asíes como los mercenarios tratan a los que los ayudan! ¡Si no fuera por nosotros, ya habrían muerto en este fantasmal lugar!
—¡Incluso sin ustedes, podemos sobrevivir! —respondió Barney apretandolos dientes. Marlene resopló con frialdad y levantó la barbilla, dejando de mirarlo. En su opinión de noble, no necesitaba desperdiciar su valioso aliento en una pelea verbal con un grosero mercenario como él.
La arrogancia de Marlene molestó al joven mercenario. Escupió en el piso y abrió la boca para decir algo, pero Shauna finalmente se molestó.
—¡Cállate, Barney! Si escucho una palabra más de ti, te invito a que te vayas del grupo.
—Hermana mayor... —Al ver a lafuriosa Shauna, Barney se sintió extremadamente herido.
«¿A quién le importa que sea una noble?Nos costó tanto llegar hasta aquí, ¿y esta gente despreciable intenta usarnos como carne de cañón?¡Pfff!Nosotros los mercenarios también tenemos nuestro orgullo. ¿Cómo podemos dejar que nos pisoteen así?¡Puede que la hermana mayor les tenga miedo a estos nobles, pero yo no!Aunque tengan poder y dinero, ¡lucharé contra ellos con todo lo que tenga hasta el final!»
—Acepto tu condición —Shauna finalmente se decidió. Despuésde todo, los no muertos eran muy difíciles para su grupo. Además, también estaba pensando en cómo derrotar a ese condenado nigromante. Como este joven estaba seguro de sí mismo, era mejor dejárselo a él.
—Necesito que todos sigan mis órdenes incondicionalmente —Después derecibir el reconocimiento de Shauna, Rhode empezó a hablar de nuevo, viendo a los mercenarios que estaban detrás de ella con su habitual expresión calmada—. Si obedecenmis órdenes, les aseguro que haré todo lo posible para mantenerlos vivos. Si no... sus vidas dejarán de importarme.
Cuando dejó de hablar, Rhode estudió las expresiones de los jóvenes mercenarios que estaban detrás de la espadachina pelirroja.
—Si alguno no está dispuesto a escuchar mis órdenes, puede dar un paso adelante. No quiero problemas en la batalla.
—¡Pfff!
Barney sabía que Rhode lo estaba viendo. Así que solo resopló y se negó a moverse. En su opinión, este astuto noble trataba de amenazarlos con la muerte para dividir al equipo. Así que definitivamente no se iría. Cuando encontrara suficiente evidencia de lo que tramaba el joven, tal vez podría detenerlo.
«¡No importa lo que quieras hacer, no te dejaré lograrlo!»
Se juró a sí mismo el joven, apretando el puño.
-
Desde que Shauna entró al grupo, la velocidad de avance se hizo visiblemente más rápida. Pronto se encontraron al fondo del cementerio subterráneo.
¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
Después de una explosión de rayos, muchas criaturas no muertas salieron volando y sus fragmentos cayeron rápidamente al suelo, dejando de ser una amenaza.
«De verdad que son fuertes...»
Mientras veía a la joven maga, que usaba su varita tan fácil como si fuera respirar, y al joven noble Rhode, que lideraba tranquilamente al frente, las dudas iniciales de Shauna empezaron a disminuir. La combinación de la poderosa Marlene y las impecables órdenes de Rhode era el epítome de la perfección. Los no muertos, que otrora hicieron que Shauna y su equipo lucharan por sobrevivir, ahora desaparecían tan rápido como un estornudo.
«No cabe duda, SON fuertes».
Shauna no pudo evitar quedarse mirando el sabueso negro que seguía a Rhode. Aunque había estado allí el día de la evaluación mercenaria, presenciar la destreza de Rhode en primera fila y dentro de un calabozo dejaba todo mucho más claro que verlo como espectador.
—Estamos a punto de llegar.
A diferencia de la distraída Shauna, Rhode nunca dejaba de enfocarse en sus oponentes. Después de lidiar con otra ola de no muertos, escaneó sus alrededores con cautela. Luego sacó un anillo de su bolsillo y se lo puso en el dedo. La piedra atadora de almas, que había obtenido en la casa embrujada, estaba incrustada en el anillo. Rhode había cortado la piedra en tres partes, que insertó en un anillo de plata que había comprado. Aunque sus habilidades de alquimia no eran tan buenas, sí podía hacer algo tan básico como esto.
El tamaño de la piedra atadora de almas decidía el nivel del alma que podía atar. Por ejemplo, una piedra pequeña no podía atar un alma poderosa, pero si la piedra era demasiado grande y el alma pequeña, sería un desperdicio. Justo ahora, el tamaño era perfecto. Y la razón por la que Rhode había sacado su piedra atadora en este instante era una sola.
¡Sss!
Una densa niebla salió de la nada, nublando la vista de todos.
Cuando la niebla se disipó, un misterioso silencio cayó sobre el grupo. De repente, una sombra negra salió del piso y corrió hacia ellos. Si hubiera sido como antes, todos habrían sido sorprendidos por este ataque repentino, pero Rhode ya había hecho las preparaciones necesarias y la emboscada enemiga no pudo herir al grupo.
Una pila de huesos tomó forma lentamente hasta ser una silueta nítida.
—Je, je, je...
Al mismo tiempo, un claro y frío sonido resonó por todos lados, seguido de un aura de maldad y muerte.
—De verdad, no esperaba que pudieran entrar a mi recámara...
—¡El nigromante! —gruñó Shauna en voz baja y levantó su espada. Poco después, una llama carmesí salió de su arma y pronto envolvió toda la hoja. Esta arma mágica con atributo de fuego era algo que había obtenido hace tiempo. Se llamaba Espada Ardiente.
—Sigan mis órdenes, y no olviden lo que les dije antes —Comparado con la expresión tensa de Shauna, como si se enfrentara a su archienemigo, Rhodeestaba mucho más calmado. Empuñó la Marca de la Estrella y entrecerró los ojos para escudriñar cada detalle cambiante de su entorno. La oscuridad se hacía más espesa, como si fuera una invisible y pesada cortina que los envolvía a todos. Cuando su mundo se sumergió en las tinieblas, nadie supo con certeza de dónde vendría el siguiente ataque.
Pero Rhode sí sabía qué iba a pasar.
Alzó majestuosamente la espada por encima de su cabeza.
Al siguiente instante, todos descubrieron que la espada de Rhode emitía una brillante luz que penetraba la oscuridad, como un faro en la noche.
Como si estuviera empezando una obra de teatro, la cortina de la oscuridad se abrió de repente, y un nigromante vestido con una túnica negra se retiró miserablemente. En su mano tenía un espantoso báculo hecho de huesos. Justo ahora, miraba a Rhode con una expresión de sorpresa.
¿Cómo pudo este joven ver a través de su arte oscuro?
¿Pero cómo podía Rhode darle tiempo al nigromante para que descubriera la respuesta? En el siguiente segundo, Rhode levantó la espada una vez más y lanzó un ataque.
—¡Sigan el plan!