La deslumbrante columna de luz escarlata irrumpió en el techo y en un instante, el aire alrededor del Campo Sangriento vibró. Al mismo tiempo, Rhode sintió un aura increíblemente pura y poderosa que silenció todo el campo de batalla.
El puro deseo de matar, destruir y perecer, como la brillante espada que se desenvainó, anunciando al mundo su único propósito. El poderoso aura hacía descender los escalofríos por las espinas de todos, como si uno estuviera sosteniendo una espada contra su espalda y en el momento siguiente, estaría cortando su delgada piel y pinchando sus corazones, eliminando despiadadamente su presencia en ese mundo.
—Maldita sea.