Pei Ziheng no habló.
La chica frente a él era tan hermosa, con una voz de canto tan dulce que era como el sonido de la naturaleza. Fue extremadamente fácil para ella volverse más poderosa que Li Bingyu. Sin embargo, eso significaba…
"Hermano Pei, ¿por qué no hablas?" Xia Ling lo miró con cautela. "¿Soy demasiado estúpido para ser más poderoso que la hermana Li Bingyu?"
"No." Pei Ziheng volvió a sus sentidos y la consoló. "El hermano Pei te ayudará a ser cada vez más poderoso. No lo pienses demasiado y solo escucha mis arreglos".
"¡Sí!" La niña se tranquilizó y asintió.
Pei Ziheng cayó en un pensamiento profundo.
Durante unos días estuvo incómodo y cometió algunos errores cuando la empresa le transmitía las instrucciones. Esto era algo que nunca había sucedido antes. Su confidente Chu Chen lo miró con cautela. "Jefe, ¿tiene algo en mente?"