Cuando Vivian despertó en la mañana, seguía lloviendo. Se restregó los ojos mientras bostezaba. Se había quedado dormida anoche muy tarde en compañía de Leonard, de quien no había rastro en su habitación ahora.
Obligándose a levantarse de la cama, se sentó observando vacíamente la pared frente de ella. Sus labios formaron una pequeña sonrisa a medida que recordaba las nuevas memorias que se crearon. La llenó de alegría el pensar que finalmente habían pasado el tiempo juntos.
A pesar de algunas cosas que había descubierto, anoche fue hermoso. ¿Por qué no habría de serlo? había pasado todo el tiempo con Leonard. Hablando con él, caminando a su lado mientras conversaban de su trabajo, en el que ella había estado siempre interesada.