Vivian estaba en los negocios, intentando hablar lo menos posible con el vendedor, cuando sintió que alguien tiraba de su vestido desde atrás. Sorprendida, se dio la vuelta y vio al niño mudo que había encontrado en el mercado la vez anterior.
—Hola. –Vivian se dio vuelta completamente y vio que el niño la mirada fijamente. —¿Cómo está tu pierna? –preguntó, agachándose un poco para estará a la altura del niño.
El niño se miró la pierna y luego la miró a Vivian, asintiendo con la cabeza.