Vivian caminó por los pasillos del concejo, sus manos sosteniendo los pergaminos de la sesión de la corte en la que había acompañado a Lionel hacía unos minutos. Acompañarlo y tomar notas de los casos se había convertido en un trabajo adicional a su trabajo regular, que iba a ser utilizado para aumentar su credibilidad. La razón por la que Lionel le dio un extra fue porque un concejal básico, o concejala, no estaba autorizado a trabajar en todos los casos. Se necesitaba pertenecer a un cierto nivel para trabajar en algunos casos. No todo el trabajo era para todos los miembros del concejo, independientemente del equipo al que pertenecieran.
En su camino, notó al cambiador, a quien había llegado a notar aún más desde la revelación de hace dos días sobre el acuerdo de trabajo conjunto entre él y la Hermana Isabelle.