Vivian le desabrochó el pantalón y sin saber qué hacer a continuación, sintió como si estuviera bajo presión de repente y quisiera llorar. Como si sintiera su preocupación, Leonard usó su mano para sacar su miembro endurecido de su pantalón.
—Podría ser más fácil si te sientas —la guio, asegurándose de que no malinterpretara y se arrodillara en el suelo. La hizo sentarse en el asiento donde había quedado el vestido que había usado—. No estés avergonzada. Lo has hecho antes —la instó con voz paciente y ella se apoderó de su miembro que estaba en frente.