Estaba segura de que él sabía exactamente por qué ella había pedido hablar con él, pero el hombre se hacía el despistado. Se sentía como si ella fuera la única persona que corría en círculos, preocupándose por las cosas mientras él se parecía tranquilo, lo cual la enojaba. Ella puso ambas manos juntas.
—¿De qué estoy hablando? Estoy hablando de lo que sucedió en el banquete de hoy. M-me agarraste la pierna... ¿En qué estabas pensando? Milord, estoy comprometida con alguien, tu primo para ser precisa —dijo ella, levantando la mano para mostrar el anillo en su dedo para enfatizar su punto.
—¿Y? —preguntó en tono aburrido, haciéndola levantar las cejas.