La música y el baile, juntos formaban una historia. Todos y cada uno de los sonidos resonaron a través de los instrumentos hasta la pared y luego de regreso, su cuerpo zumbando junto con él. Estaba familiarizada con algunos de los instrumentos que se estaban tocando y la música que creaban era conmovedora. Podía sentir la piel de gallina formándose en su piel mientras seguía escuchando. En todo el tiempo sus ojos no se habían alejado del escenario.
Por otro lado, el Señor Nicholas se sentó con una cara de póquer al lado de Heidi. No era la primera vez que asistía a una historia musical. Era un visitante habitual del teatro. Cuando un sirviente entró preguntando si les gustaría beber algo, se volvió hacia Heidi, para ver que los artistas en el escenario tenían toda su atención. Agitando la mano para despedir al sirviente, vio una pequeña sonrisa formada en sus labios.