—El Sr. Lawson debe estar deseando morir.
Dándose la vuelta, vio que no era otro que el mayordomo. Ella sólo sonrió ante sus palabras, ojalá que Nicholas le dejara salir del atolladero esta vez. Finalmente, con todos los invitados que habían llegado a la mansión, Nicholas subió las escaleras hasta donde Heidi lo estaba esperando. Besando el costado de su sien, volvieron a entrar en los pasillos. La misma noche, Heidi se acostó en los brazos de Nicholas en la cama. Heidi se recostó de frente, mirando a Nicholas mientras pasaba su dedo por su espalda desnuda, lánguidamente. Su espalda se arqueó al sentir cosquillas que su dedo había creado.
Ella lo miró fijamente, viendo la expresión tranquila que estaba grabada en su cara,
—¿Nick?
—Hmm —tarareó, su mirada encontrándose con la de ella.
—¿Murieron todas las brujas negras en Mythweald?