Al cuarto día después de que el Señor Nicholas partiera hacia Mythweald, Heidi fue invitada a la mansión de los Lawson, para tomar el té por la tarde. Aunque no era algo que le agradara, era una buena forma de matar el tiempo. Warren se sentó junto a ella, compartiendo algunas palabras de vez en cuando. Los vampiros de sangre pura, y los medio vampiros que nacieron de forma natural, eran buenos con ella. No por ella, sino porque iba a ser la esposa de Warren, lo que en realidad, no iba a suceder. Apenas podía imaginarse lo que podría pasar, una vez que se descubriera el pastel.