Heidi, quien había alejado sus ojos de la criatura llamada necrófago, los dirigió hacia Nicholas cuando los introdujo, lo vio mirando a través del lienzo apilado en la esquina. Pero la criatura, que había aparecido frente a ella en silencio se desvaneció de la misma forma en el aire. Miró a su alrededor antes de que sus ojos se posaran de vuelta sobre el Señor. Un montón de preguntas pasaron por su mente.
Sus oscuros ojos finalmente se posaron sobre ella, los cuáles comprendieron su reacción ante las palabras que le había dicho hacía unos momentos. Luego le dijo:—Parece que estás asustada. No lo estés.
—Qué...¿Qué quisiste decir cuando dijiste que eran una parte de ti? —preguntó Heidi, con los ojos abiertos de par en par debido a la conmoción:—¿Es unaespecie de...mascota? —. A Nicholas se le escapó una pequeña risa.
—Bueno, si es así como lo ves, entonces podrían serlo.
—¿Ellos?