Al ver que las figuras se alejaban, Elliot habló: —Te preocupa Norman.
—¿Sería mezquino de mi parte? —cuestionó Alejandro.
—Desde luego que no. Ser cuidadoso nunca hace daño —respondió Elliot con una sonrisa.
Inspeccionó un cepillo y luego lo dejó de lado.
—Aunque hace años que Norman dejó su cargo, aún controla las autoridades del sur mediante las conexiones de su sobrino.
—Trama algo, pero todos lo hacemos. Aunque yo soy el mejor —respondió Alejandro con una sonrisa torcida.
Elliot rio con gusto.
—Cati se ha metido en situaciones problemáticas —comentó Elliot.
—Eso parece —murmuró Alejandro mirando el techo.