Debido a todos esos rumores, ese parasol chino se hizo famoso de la noche a la mañana en Internet y fue fuertemente protegido por la escuela.
Por supuesto, Mubai no sabía todo eso. Después de dejar la escuela, solo se centró en su preparación para ir al extranjero a continuar sus estudios. La familia Xi apoyó su decisión. Mubai siempre fue un niño inteligente desde que era joven; tenía sus propias metas y medios para alcanzarlas. Por lo tanto, siempre lo apoyaron. Sin embargo, antes de que Mubai decidiera adónde ir, la noticia de su partida era conocida por todos.
Tianxin no quería que se fuera, así que fue a visitarlo todos los días, esperando convencerlo de que se quedara.
—Mubai, ¿dónde vas a continuar tus estudios?
En el jardín, Mubai se inclinó en el banco mientras leía, y Tianxin se sentó a su lado. Mubai respondió sin apartar la vista de su libro.
—Indeciso.
Con su perfil perfecto, la adoración se arremolinó en la mirada de Tianxin.