Ese momento se convirtió en histórico y el nombre de Xinghe pasó a los libros de historia. La humanidad nunca olvidaría este día, ¡nunca olvidaría cómo ella salvó al mundo!
…
La mayor amenaza para el mundo había sido neutralizada. Aunque perdieron todos los satélites, el mundo estaba celebrando.
Un momento antes, el mundo quería que Xinghe muriese, pero un momento después, estaban profundamente agradecidos de ella.
La gente lloraba abiertamente a gritos. Las lágrimas eran de alivio y culpa. Todos se sintieron arrepentidos y querían disculparse personalmente, pero nadie sabía dónde estaba. Para mostrar su aprecio y disculpa, se llevaron a cabo desfiles en honor a Xinghe en todo el mundo. La gente tenía en sus manos fotos de Xinghe y sus retratos colgados a los costados de los edificios.