Después de recorrer la mayor parte del proceso de cultivo, Deqing finalmente los llevó a conocer a un grupo de niños. Este lote era la nueva selección, las mejores semillas. Sin embargo, sólo había cinco de ellos y todos eran niños.
—¿No hay niñas? —preguntó He Bin con curiosidad.
Deqing sacudió la cabeza.
—No, las niñas que pasan la selección son escasas. La mayoría de ellos son niños. Joven Amo, no los subestime por su edad, son todos pequeños genios.
—¿Es eso cierto? ¿Qué tal una pequeña muestra entonces? —sugirió He Bin con una educada sonrisa, imitando a He Lan Qi. Deqing inmediatamente hizo que unos cuantos niños mostraran sus talentos. Para sorpresa de Xinghe y He Bin, ¡todos ellos eran expertos en informática!
No sólo eso, sino que también estaban familiarizados con muchos otros diferentes campos. Algunos de ellos eran buenos con la ingeniería, otros con la química, las matemáticas y la física...
