Se necesitaba un tipo especial de crueldad para ir tras tu propia carne y sangre. Xinghe había visto esa veta en He Lan Chang y por lo tanto había predicho un mal final para He Bin.
Desafortunadamente, He Bin se rehusó a escuchar su advertencia. Sin embargo, Xinghe se preguntaba qué le había reportado a He Lan Chang que logró despertar su sospecha tan pronto. Todo sucedió con tal rapidez que a Xinghe le costó mucho trabajo confirmar si seguía vivo o no.
Xinghe no podía permitirse el lujo de que él muriese, porque podía perder una pieza importante de ajedrez en su esfuerzo por derribar a la familia He Lan. Por lo tanto, Xinghe tuvo que lanzar una rápida misión de rescate para asegurarse de que aún estaba vivo.
—¡Empecemos la misión esta noche! —anunció Xinghe de la nada.
Sin embargo, Mubai la entendió inmediatamente.
—¿Planeas salvarlo?