—Xinghe, ¿puedes seguir al Abuelo al estudio? —pidió amablemente el Anciano Shen.
A pesar de que Xinghe era sólo su recién aceptada nieta, la trataba como si fuera suya. A pesar de haber aceptado nuevamente a Tong Yan, su actitud hacia Xinghe no había cambiado.
Xinghe asintió y llevó a Ali con ella al estudio.
Tong Yan los vio marcharse con una sonrisa inocente en su cara, no había ni un rastro de resentimiento visible. Sin embargo, en el momento en que doblaron la esquina, su rostro cambió.
Chui Ying le dio una palmadita en la palma de la mano y la consoló: —Pequeña Yan, no seas impaciente, esta es una batalla lenta. Hoy ya es un buen comienzo, el Abuelo Shen te ha aceptado nuevamente. Recuerda mantener esto en marcha o todo nuestro esfuerzo será desperdiciado.