Lu Qi dijo disculpándose: —Asumí que las máquinas podían mantener sus condiciones estables, no esperaba que su condición se deteriorara, usted entiende que él no está bien. Afortunadamente, había gente alrededor cuando eso pasó...
—Puede que esta vez esté a salvo, ¿pero qué pasará la próxima vez? —preguntó Xinghe calmadamente. Podría parecer normal por fuera, pero sus ojos habían perdido su brillo habitual.
Lu Qi pensó en ello y contestó: —He considerado este problema largo y tendido; quiero intentar algo nuevo.
—¿Qué es? —dijo Xinghe mientras una onda cruzaba sus ojos.
—Trasplantar un corazón mecánico. En otras palabras, usaríamos un corazón artificial para reemplazar temporalmente la función de su corazón real.
Xinghe y Xia Zhi abrieron los ojos de par en par. Lu Qi sabía lo absurdo que sonaba, pero esta era su única idea.
