La tercera cláusula establecía que el Imperio Xi tenía control total sobre la importación. En otras palabras, después de que el País Y les entregase la comisión, eran libres de dividir el material como quisieran. El Imperio Xi podía dar los diamantes a quien quisieran; ¡incluso si no querían darle nada a Bao Hwa, podían!
Lin Jing quedó atónita por completo. ¿Qué clase de cláusula comercial es esta? ¡Esto es un monopolio de mercado!
Sin embargo, esta era una comisión de comercio dada por el País Y, así es que Hwa Xia no podía intervenir aunque quisieran, pero ¿por qué el País Y daría tanto poder al Imperio Xi? Esto era imposible....
La cara de Lin Jing palideció como si estuviese empolvada. Antes de que pudiera recuperarse, la voz de Xinghe volvió a sonar.
—A partir de hoy, cualquier corporación que se distancie de Bao Hwa será amiga del Imperio Xi y aquellos que todavía se alinean con Bao Hwa serán enemigos del Imperio Xi —anunció Xinghe con autoridad.