Mubai no tenía la intención de dejarla librarse de ésta, así que insistió—: ¿Qué hay de mí? ¿Qué soy yo para ti?
—Tú.... —abrió la boca Xinghe para decir algo, pero no salió ninguna palabra. La atmósfera de repente se volvió extremadamente extraña e incómoda. Mubai seguía mirándola fijamente con anticipación, esperando su respuesta.
Quería saber cuál era su posición en el corazón de ella. Él le prometió que esperaría, pero aún así se moría por saber dónde estaba en el gran esquema de las cosas.
Xinghe finalmente respondió—: Tú también eres mi amigo.
Mubai no podía creer que acabara de ser puesto en la zona de amigos.
Xinghe continuó explicando—: Aunque sea raro que seamos amigos, pero...
—Xia Xinghe —interrumpió Mubai con una sacudida indefensa de su cabeza—. ¿Crees que estoy dispuesto a seguir siendo tu amigo?
—…