Quién hubiese pensado que, en los últimos meses, sus interacciones iban a ser tan constantes. Acostada en la oscuridad, Xinghe dejó que su mente vagara.
Si no se hubiese tropezado con él y Tianxin hace varios meses, se preguntaba cómo sería su vida. Ella no habría recuperado la memoria y él no tendría nada que ver con ella....
Por otro lado, si no hubiese perdido la memoria tantos años atrás, no se habría casado con él en primer lugar. Tal vez todo ya estaba escrito en las estrellas. Xinghe decidió dejar esta relación al destino, ya que no podía manejarla por sí misma, iba a dejar que todo se fuera acomodando lentamente.
Con la decisión tomada, Xinghe aclaró sus pensamientos y lentamente se durmió.