Shu Mei no pudo concentrarse el resto del día, obsesionada con la razón por la que Saohuang la invitó a salir. "¿Podría ser que... esté interesado en mí?"
Sólo pensarlo era suficiente para emocionarla durante todo el día. Pasó toda la noche preparándose para la cita del día siguiente. Casi todo el mundo trabajaba horas extras en ese momento, pero Shu Mei encontró una razón para no ir a trabajar.
…
Saohuang le pidió que se reuniera con él en un restaurante apartado. Shu Mei llegó temprano y Saohuang llegó unos minutos más tarde que ella.
Saohuang llevaba un traje negro de alta calidad. Un simple atuendo pero que resaltaba su elegancia natural, su presencia no menos que la de un príncipe real. Su llegada pareció dar vida al sencillo restaurante.
La mirada de Shu Mei no podía dejar Saohuang. Su cara estaba roja como una manzana madura, la admiración de sus ojos no podía ser reprimida.
—Mayor Feng, cuánto tiempo sin vernos.