La incredulidad era evidente en los rostros de todos. Después de todo, Xinghe era demasiado joven...
Había un estereotipo de que todos los expertos eran viejos borrachos que llegaban a donde estaban con años de experiencia a sus espaldas.
Incluso Gu Li se adelantó para preguntarle: —Jefe, ¿no está bromeando?
Munan respondió con una expresión solemne: —¿Parece que estoy bromeando? Ciertamente no era así, pero...
—¿Cómo puede ser una experta en computación? —Yan Lu refunfuñó infeliz —. Jefe, parece que alguien le mintió.
—¡Qué tontería! —Munan lo regañó severo—:¿No creen en mí?
—Sí, pero... esto es demasiado increíble... —gruñó Yan Lu.
—Lo siento, Srta. Xia, si no le importa que le pregunte, ¿en qué universidad se graduó?
Gu Li decidió darle a Xinghe el beneficio de la duda.
Xinghe respondió con insensibilidad: —Fui estudiante de la Academia S, pero lo dejé.
Gu Li estaba impresionado.