Él creía plenamente que, después de este incidente, la visión de su familia sobre Xinghe tendría un cambio dramático.
Xinghe haría que sus impresiones sobre ella dieran un giro. Usaba su capacidad para demostrar que la chica que no podía hacer nada era sólo una fase del pasado.
Nadie la despreciaría de nuevo.
Evitaría sus prejuicios y quejas hacia ella.
Sin embargo, como ya se había dicho, todo esto no era el objetivo de Xinghe. La única razón por la que hizo todo esto era por la custodia de su hijo.
Mubai se volvió para mirar a los ojos de la gente que miraba fijo a Xinghe y sintió lástima por ellos.
Pensaron que al menos obtendrían una respuesta de Xinghe con sus miradas condescendientes y sus palabras hirientes, pero, en realidad, Xinghe no podía preocuparse menos por ellos. Mubai agitó la cabeza ante su engreimiento.
Sin embargo, lo más triste fue que la más engreída era quizás su madre.