Era obvio que ese no era el motivo de su felicidad.
La señora Xi frunció el ceño.
—No me digas que te has olvidado de esto por completo.
Él definitivamente lo había hecho.
Mubai se encogió de hombros y preguntó: —¿Cuándo será eso?
—Después de que termines tu desayuno, ve a buscar a Tianxin y llévala a la boutique de novias, después de la prueba, los dos pueden ir a disfrutar un almuerzo juntos —sugirió su madre con una sonrisa.
Estaba más que satisfecha de animar a los dos jóvenes a pasar un pequeño momento agradable.
Mubai asintió, suspirando.
—Seguro.
Mubai no era de tener muchas opiniones en términos de relaciones, estaba más que dispuesto a dejar todo a disposición de sus padres.
Así como escuchó a su padre acerca de casarse con Xia Xinghe, iba a obedecer los deseos de su madre de casarse con Chu Tianxin.
Ninguno de los dos sabía que Mubai tomaba su matrimonio como una misión, estaba bien siempre y cuando se completara.
Él solo se hizo a cargo de su familia y no consideraba a su futura esposa parte de eso, por lo que se demostraba indiferente ante cualquiera que fuera.
Aparte de su familia, solo había una cosa que podía despertar su interés, y eso era la informática.
Le fascinaba todo lo relacionado con una computadora.
Incluso cuando estaba con Tianxin, todo lo que tenía en mente era 001.
—Mubai, ¿en qué estás pensando? Has estado excepcionalmente callado desde la prueba del vestido —preguntó Tianxin.
Mubai se deshizo de su ensueño y, ligeramente, dijo: —Oh, no es nada importante.
—Dime, quiero ayudarte si puedo —continuó Tianxin, esperando sacarle conversación.
Mubai simplemente la apaciguó, diciéndole: —Se trata de Lin Lin. Dijo que no se sentía bien esta mañana, solo estoy preocupado por él.
Para ser justos, Mubai no estaba mintiendo del todo, porque Xi Lin había mencionado que no se sentía completamente bien…
Sin embargo, Mubai sabía que estaba armando un berrinche porque su padre lo estaba dejando para irse a la prueba de vestido con Tianxin…
La insatisfacción se vio temporalmente en el rostro de Tianxin cuando se dio cuenta de que Mubai la trataba con menos importancia que el hijo de su ex.
Ella había trabajado mucho para que él la amara, ¡pero todo lo que le importaba era ese hijo suyo!
Por otra parte, se consoló ella, era bueno que él estuviera enfocado en la familia. Ella planeaba tener muchos hijos con su nombre.
Entonces, Xi Lin no sería más que un recuerdo lejano.
—No te preocupes, Lin Lin tiene mucha gente cuidando de él. Estoy segura que estará bien —dijo Tianxin, reconfortándolo con una sonrisa, temiendo que Mubai abandonara su almuerzo para ir a casa con su hijo.
Para evitar que Mubai se centrara en el tema, dijo: —Mubai, no recibí ninguna notica acerca de Xinghe después de nuestro encuentro con ella ese día. Me preocupa ella. ´Por cierto, ¿le contaste a Lin Lin sobre ella?
Hablando de Xinghe, Mubai también se interesó un poco por su última noticia.
—No la mencioné delante de Lin Lin, es demasiado pronto. En realidad, he estado demasiado ocupado últimamente para actualizarme sobre su situación actual. Ya que tenemos tiempo libre ahora, ¿por qué no la visitamos? —decidió Mubai de repente, dejando a Tianxin escandalizada.
—¿Quieres visitarla ahora mismo?
—¿Por qué no? Tengo algo que entregarle y si no me equivoco, ella vive cerca.
Chang An, que estaba sentado al frente, agregó rápidamente: —El CEO Xi tiene razón. La residencia de la señorita Xia está cerca, a solo 10 minutos.
—Entonces está decidido, la visitaremos.
Tianxin se atragantó con sus palabras.
Las cosas definitivamente no iban por el camino que ella había planeado. ¿No se suponía que iban a ir a un almuerzo romántico? ¡¿Por qué debían hacerle a esa descarada, Xia Xinghe, una visita?!
Además, según el intercambio de Mubai con su asistente, parecía que Mubai ya había tenido contacto previo con esa ex-esposa suya, o si no, ¿cómo sabría dónde vivía ella?