La vieja Madame Xi no respondió, pero su nuera intervino: —¡Sin razón en particular, tal como tú ahuyentaste a Ruobing por ninguna razón, ahora nosotras te estamos ahuyentando! Dejarte estar en el laboratorio es un desperdicio de tiempo y recursos. Por lo tanto, no pienses en volver a poner un pie en el laboratorio alguna vez; ¡lo tienes prohibido de por vida!
La señora Xi había estado esperando darle a Xinghe una lección, por lo que no se contuvo cuando reprendió a Xinghe.
El par de ojos negros de Xinghe miraron directamente a la vieja Madame Xi.
—¿Solo por eso?
La vieja Madame Xi mantuvo el contacto visual.
—Ruobing ha terminado el mejor diseño, por lo que ya no eres de utilidad.
La mirada de Xinghe cambió hacia Ruobing...
Ruobing sonrió triunfalmente.
—Así es, he terminado el diseño. Ahora solo estoy esperando que sea construido. Por lo tanto ya no eres necesaria.
