—Entonces, ¿tú realmente has empezado a caer por esta mujer?
El abuelo Xi era aún inteligente. El repentino quiebre de Mubai no era solo por sí mismo. Probablemente tenía que ver también con Xinghe.
El hecho de que él esté dispuesto a desafiar a su madre y enojar a la familia Chu por el bien de una mujer significa que, en algún nivel, este nieto mío la quiere.
Sin embargo, hay muchas maneras de romper un compromiso. No había razón para hacer algo tan cruel.
Mubai no lo admitió ni lo negó.
Sin embargo, era obvio que era una admisión silenciosa.
El abuelo Xi prosiguió con una insinuación de sonrisa: —¿Entonces ustedes dos están planeando casarse nuevamente?
Esta vez, Mubai respondió: —Está en mi mente.
—No en la mía —dijo Xinghe repentinamente.
Su tono era firme y claro.
Ella no estaba para nada sorprendida de que Mubai tuviera planes de casarse nuevamente con ella.
Pero no le interesaba cuáles eran sus planes.